La locura apasionada puede ser como la fruición de lo
intangible.
¿ Es posible que el loco comprenda La Vida para regodearse
en su propio mundo?
¿Será posible que comprenda sus fundamentos, su estructura,
los cimientos de su propia existencia?
¿Es posible que se haya construido una armadura medieval de
refulgentes metales que explayan rayos de pasión sentimental devolviéndonos a
la luz?
¿Quizá llegó, por caminos tortuosos, a la burbuja perfecta,
al aislamiento armonioso, a la par abisal e íntimo?
No soy yo, es mi alma intangible y volandera que me retuerce
lo bueno que hay en mí y lo moldea a su satisfacción.
Francisco Vicente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario